A mediados de julio pude ir unos días al Pirineo de Huesca con mi amigo David Pérez para fotografiar. Primero estuvimos en el valle de Escuaín. Allí echan de comer a las aves, pero el observatorio queda s 150-200 metros del lugar, así que las fotos quedaron muy lejanas. Otro día optamos por un hide diferente, esta vez privado. Las fotos son lógicamente mejores y más cercanas.
El día estaba nublado, las luces variaban mucho según donde enfocaras, Una vez instalados en el observatorio los buitres (Gyps fulvus) no tardaron en llegar. el problema es que aterrizan todos de golpe y no es fácil ver por donde llegan. El día estaba nublado, las luces variaban mucho según donde enfocaras, así que tenías que jugar mucho con el ISO según donde apuntaras. En cuestión de segundos aparecieron más de cincuenta buitres.
Los alimoches (Neophron pernocpterus) no tardaron en aparecer. Se metían con descaro entre os buitres esperando llevarse al pico algo de provecho.
El primer quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en llegar fue uno joven. Se ve que lo tenía claro: localizar una pata de cabrito, y enngullirla a continuación, antes de que llegue otro quebrantahuesos y se la quite.
Y seguían llegando buitres y alimoches.
Por fin se decidió a bajar el primer quebrantahuesos adulto. Estuvo muy poco tiempo. Eligió su hueso, lo engulló y enseguida emprendió el vuelo.
En cuanto se acabó la carne los buitres se fueron y empezaron a bajar otros quebrantahuesos. Había muchos huesos para engullir. Daban unos planeos previos antes de posarse, cosa que nos dio una buena oportunidad para fotografiarlos en vuelo.
También aprovechó su oportunidad un milano real (Milvus milvus) para llevarse algún bocado interesante.
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Espero que te haya gustado el reportajillo. Tal vez demasiadas fotos... ¡fue una gozada! ¡qué se le va a hacer!
