Llevaba tiempo sin volver al Hondo. Desde el verano, sin agua, no tenía ningún atractivo. Por fin con agua hice un par de salidillas para conocer el observatorio reparado, que llevaba cerrado un año.
Primero una vueltecilla por los carrizales. De entrada, un buitrón (Cisticola juncidis) en los cables.
Un par de cernícalos (Falco tinnunculus)se dejaron fotografiar bastante cerca.
Un zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) con esos ojos rojos tan llamativos y un malvasía (Oxyura leucocephala) se pusieron muy a tiro.
Las anátidas sí que estaban lejos, aun así pude distinguir un ánade silbón (Anas penelope)
Y también un porrón pardo (Aythya nyroca).
El Clot de Galvany está lleno de domingueros que chillan y corren, y que se saltan todas las normas de sentido común para estar en un espacio natural. En fin... ¡paciencia infinita!
En la charca principal los habituales zampullines chicos (Tachybaptus ruficullis).
Y un galápago tomando tomando el sol.
En otro observatorio me he llevado las mejores sorpresas. De entrada agachadizas comunes (Gallinago gallinago).
Y el martín pescador (Alcedo Atthis). Fue una mañana de espera y valió la pena.
