Con esto de la pandemia hacía ya dos años que no iba a Huesca, y he aprovechado unos días de actividad cerca de El Grado para pajarear un rato. El tiempo no acompañó mucho. Cielos encapotados, algo de frío y mucha lluvia.
Quedé con mi primo Jesús y su hija Carmen para acercarme a los miradores de Revilla el jueves 21 de abril, y a pesar del tiempo hubo suerte. El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) acudió a la cita.
Los buitres leonados (Gyps fulvus) también acudieron al mirador. Uno iba y venía con material para su nido.
Los demás días, pese a la lluvia, pude hacer alguna escapadilla a zonas de campo cerca de Barbastro, El Grado y la Puebla de Castro. Las fotos con ese tiempo fueron pésimas.
Lo mas destacado fue una pareja de escribanos soteños (Emberiza cirlus).
Un mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli)
Y una curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)
Para acabar aunque las fotos son a contraluz y de poca calidad, os pondré un águila calzada (Hieraaetus pennatus) devorando un pajarillo en el aire.