El pasado domingo, 4 de octubre, fui a pescar con unos amigos de Villajoyosa. Como siempre llevé la cámara por si se veías pardelas, paíños, alcatraces u otras aves interesantes, tal como me ha sucedido otros años.
Los paíños no acudieron a la cita y las pardelas se mostraron pero de lejos. Tras un rato sin pescar ninguna bacoreta, Encontramos a los culpables de nuestra mala suerte en la pesca: una vaina de delfines. Así que cambio de rumbo y a fotografiarlos. Empezamos a seguirlos en la isla de Benidorm y los acompañamos hasta casi el final de la Sierra Helada.
A veces nos poníamos a su altura, pero por poco tiempo. Se submergían y aparecía bastantes metros por delante. Repetimos la operación tres veces y lo dejamos. Entre el vaivén del barquito, los nervios del momento y las zambullida rápidas de los delfines, saqué más aletas que caras, pero bueno... este es el resultado.
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En esta asoma la cabeza de uno jovencillo |
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Cuando aparecían a lo lejos algunos pegaban grandes saltos |
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La bestia nos saltó al lado del barco. Si es una ballena, nos hunde |
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Este era de los grandotes |